Es fundamentalmente importante entender que todo lo que existe es sólo energía a nivel subatómico. La materia, el espíritu, y sí, también el amor, están compuestos de energía que vibra a una determinada frecuencia cuántica. Esta frecuencia cuántica difiere de una persona a otra, pero es lógico que cuanto mayor sea la similitud de las energías que vibran entre dos personas, mayor será la probabilidad de armonía espiritual y emocional entre una potencial pareja romántica. El efecto de Pauli describe la posibilidad de que dos objetos estén conectados entre sí en un nivel cuántico energéticamente sincrónico. Curiosamente, el efecto en este caso particular fue que los dispositivos técnicos cercanos a Wolfgang Pauli se rompieron regularmente. Este fenómeno de conexión sincrónica y energética entre una persona y los objetos inanimados, observado por otras personas, puede trasladarse con mayor fuerza a las corrientes energéticas entre dos personas vivas.

Por supuesto, también podemos utilizar este efecto en la búsqueda de la pareja ideal, averiguando la similitud de las energías que fluyen entre dos personas. Desafortunadamente, muchas relaciones se basan en otros factores, como la apariencia, el estatus y el dinero. Por eso no es de extrañar que haya tantos divorcios y que fracasen tantas relaciones. Muchas de estas parejas nunca emparejaron bien. Por eso es importante evitar estas situaciones, que pueden ser muy estresantes para la pareja, y construir una relación sobre una base armoniosa y sincrónica desde el principio. Por supuesto, nunca hay garantía de éxito, pero la energía adecuada es increíblemente importante para construir una relación feliz y sexualmente fuerte, dice el autor Scott Jeffrey. El buen sexo también se basa principalmente en compartir la energía sexual adecuada con tu pareja. Estamos de acuerdo, porque esa es la razón principal por la que desarrollamos nuestro test para solteros.